jueves, 25 de octubre de 2018

MAGDA PORTAL Y LOS HERMANOS PERALTA

Artículo publicado en la revista "Paqarina del Sur" que  aborda la relación entre la poetisa y política peruana Magda Portal y los hermanos Arturo y Alejandro Peralta, fundadores del Grupo Orkopata, destacando la influencia de Arturo “Gamaliel Churata” sobre las inquietudes andinistas de la precursora del feminismos peruano. Asimismo, se reseña su distanciamiento por las  diferentes opciones políticas que adoptaron  en el contexto de los turbulentos años treinta en el Perú, por el aprismo en el caso de Portal y el socialismo andinista q
ue prefiguró Churata. Fuente: Pacarina del Sur - http://pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/1633-magda-portal-y-los-hermanos-peralta - Prohibida su reproducción sin citar el origen.

MAGDA PORTAL Y LOS HERMANOS PERALTA



jueves, 18 de octubre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (VI): LA BATALLA NAVAL DE LOS UROS

Bienvenidos a nuestro viaje semanal por la historia de la navegación en el lago Titicaca. Por favor, nos ponemos los salvavidas para ir primero a la mitad del siglo XVI, época en la que vimos navegando el primer bergantín español, al mando del famoso marino Juan Ladrillero.
Iremos a la península de Capachica. ¿Están preparados?. Listo ya llegamos. Es hermosa y de buen clima esta parte del lago que junto a la peninsula de Chucuito forman la bahía donde se encuentra la ciudad de Puno. Por favor miren a estribor (derecha), allá en la orilla un grupo de hombres está construyendo varios barcos. Allá hay uno casi terminado, es otro bergantin. Los bergantines tienen dos mástiles, velas cuadradas y remos en los costados. Su tamaño es variable, pero éste es como los que utilizan los españoles en los ríos de la selva buscando el Dorado, con unos 20 metros de eslora (largo), tres y medio de manga (ancho) y unos dos metros y medio de calado y 8 remos a cada lado.
Modelo de Bergantín. Tomado de la "Historia Maritima del Perú".

Por allá esta Pedro Peralta Cabeza de Vaca, Encomendero y dueño de este que es el primer astillero lacustre en el Perú. Esta construyendo estas naves para comerciar con ropa y alimentos entre los pueblos del lago.
Se dice que la madera para los barcos la traen de Larecaja, es el llamado Tuco, y también de la selva. En otros casos las naves son traídas desarmadas, como las 8 que en 1617 envió el Virrey Borja y Aragón a Juli y que llegaron desde Islay cargadas por 60 mulas. Estas naves hacían servicio en el lago y transportaron materiales para la reconstrucción de la basílica de la Virgen de Copacabana.
Españoles construyendo barcos en el amazonas
Dejemos Capachica y vayamos ahora al año 1633 para ver en directo una batalla naval, la única que está documentada por los cronistas españoles. Antes quiero contarles que desde que se empezó a explotar Potosí (1545) los españoles impusieron el trabajo forzoso en la mina, la mita minera. Muchos huían y se escondian en el lago.
La mita obligaba a miles de familias enteras a viajar hasta Potosí caminando casi 500 kilómetros para trabajar allí jornadas de 12 a 15 horas durante 17 semanas, luego de lo cual muchos ya no podían regresar, sólo 2 de cada cinco personas volvían.
Los que más se resistieron a la mita son los uros, ellos nunca quisieron abandonar el lago y menos someterse a los a los pueblos de tierra firme, que los consideran salvajes. Los uros mismos para diferenciarse radicalmente del resto solían decir que no son humanos.

Listo. Ya estamos en 1633, sobre el rio Desaguadero. Vean, vean, por allá vienen unas 20 balsas de totora, cada una con unos 10 hombres armados con lanzas, mazas y cuchillos. No, no son los uros, son aymaras comandados por el curaca de Chucuito que con algunos españoles viene a enfrentar a los uros, quienes se han rebelado porque los españoles han asesinado a su líder Juan Cachacayo y a otros, cuyas cabezas cortadas han sido colocadas en postes en el puente de Desaguadero.
Desde hace tiempo los uros atacan los pueblos de Chucuito, quemando iglesias y rechazando la obediencia al Rey de España.
Miren, miren, los uros en sus balsas están saliendo de los totorales, también están armados, algunos nadan a pesar del agua fría y atacan por sorpresa. Su jefe es Pedro Laime y son más diestros manejando las balsas y conocen bien los totorales. La lucha es de balsa a balsa y los uros llevan ventaja.
Este combate no debería haberse producido, pues la mita minera afecta a todos, pero los curacas han aceptado esta imposición e incluso reciben pago por enviar las familias a cumplir la mita.
Vamos por allá, a donde se ve la polvareda que levantan los caballos de los españoles. Son unos 70 jinetes bien armados, parte de ellos esta entrando a los totorales, pero los caballos empiezan a caer. ¡Son los uros que escondidos tiran sus boleadoras de tres puntas para enredar las patas de los caballos.
Los atacantes retroceden y los uros empiezan a celebrar. No podemos entender lo que dicen, pues hablan el uro-pacaya, una lengua ya extinta.

Mujeres capachiqueñas- 1937-1947.
Foto de Pierrre Verger.
Los Uros resistirán durante muchos años, en algún momento incluso aceptarán ser reducidos en tierra firme en Zepita, pero volverán a huir y rebelarse nuevamente. Sólo serán derrotados cuando en 1677 cuando un fuerte ejercito de españoles ataque sus refugios en el lago. Muchos serán llevados a otras comunidades y otros obligados a trabajar hasta su muerte en las minas de Potosí y Esquilache. Si los uros prácticamente han desaparecido, se debe en gran parte a toda la represión que sufrieron en esos años.

Hoy sus descendientes con su presencia dan testimonio de este gran pueblo que aprendió a convivir con el lago respetándolo y aprovechándolo sosteniblemente y que perfecciono la navegación en las modestas pero muy eficaces balasas de totora .
Ahora si, volvemos al puerto, se acabó este viaje. Los que se animen pueden acompañarnos la próxima semana en que viajaremos a ver otros acontecimientos en la historia de la navegación en el lago. Hasta pronto.
****************
Bibliografía principal
Choque R. y Albo X., 2003. Cinco Siglos de Historia. CIPCA. 
Melo R., 1907.Historia de la Marina del Perú. Southwell.
Busto JA, 1972. Historia Marítima del Perú Siglo XV. Instituto de Investigaciones Histórico Marítimas. Lima.

miércoles, 17 de octubre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (V): LOS PRIMEROS ESPAÑOLES EN EL LAGO


Nuevamente bienvenidos, me presento para aquellos que nos acompañan por primera vez. Soy el buque Yapura; junto con mi hermano Yavarí fuimos los primeros barcos a vapor que surcaron el Titicaca. Ya llegará el momento de contarles mi historia, ahora quiero invitarlos a viajar en el tiempo e ir al momento en que los conquistadores españoles llegaron al Titicaca buscando sus tesoros y empezaron a navegarlo.
Mientras nos ponemos los salvavidas, les cuento que a principios de 1534 llegaron por primera vez al altiplano dos españoles, Diego Agüero y Pedro Martínez, enviados por Francisco Pizarro desde el Cusco con la misión de buscar minas de oro y plata y los tesoros que se decía había en la Isla del Sol. Recorrieron todo el borde del lago y luego de 40 días regresaron al Cusco llevando noticias de los grandes rebaños de llamas y alpacas que se criaban en el altiplano, de la excelente pesca y caza de patos que se practicaba y de los cultivos de papa, quinua y ocas. Pero sobre todo, noticias de las ricas minas de oro de Carabaya y de Chuquiago, llevando parte de los tesoros de la Isla del Sol que habían sido arrojados al lago al conocerse del asesinato de Atahualpa.

En los siguientes años otros españoles también vendrían a buscar los tesoros que los incas habían ocultado en las islas y las aguas del lago. En 1536 se adentrarían en el lago en un bote de madera los españoles Anzures e Illescas, y en 1538 el propio Hernando Pizarro y su hermano Gonzalo explorarían el lago en su camino de conquista hacia Charcas.
Precisamente vamos a ir al momento en que Hernando y Gonzalo Pizarro, al mando de un grupo de españoles y miles de guerreros al mando de Paullo Inca que se había aliado a los conquistadores, enfrentan la resistencia de Lupacas y Pacajes en Desaguadero.
Listos, ya estamos en 1538, pueden ver por estribor a los españoles y los guerreros incas y también qollas tratando de cruzar el Desaguadero. Los Lupacas y Pacajes en la otra orilla y bajo el mando del gran guerrero Kintiraura atacan a todo aquel que llega a su orilla tras sortear las aguas crecidas del río. Son miles los combatientes de un lado y otro, la batalla es sangrienta.

La batalla durará todo el día. Vencerán los Lupacas y Pacajes, los españoles y sus aliados no podrán cruzar el rio. Sin embargo, en los días siguientes, los españoles ladinos emplearán balsas hechas con troncos que hace unos años mando traer Huayna Capac, y lograrán pasar al otro lado. La batalla será aún más feroz, siendo capturado y vencido el valiente Kintiraura. La resistencia no terminará allí, los conquistadores serán hostilizados en su camino por Tisu Yupanki, quien los cercarán en el pueblo de Cochabamba.
Ahora vayamos un poco más adelante en el tiempo, vamos a alrededor del año 1548, cuando por primera vez un navío español bien construido navega en el lago. Listo ya estamos en esa época. Por estribor pueden ver el bergantín, como ven es una nave de madera de dos mástiles, con grandes velas. Qué les parece, ¿es más grande que las que vimos en la época Tiahuanaco e Inca?. Sí, no es tan grande, tendrá unos 40 metros. Tuvieron muchas dificultades para construirlo, pues no hay cerca buena madera. No es una nave de combate sino de exploración.
Juan Ladrillero, imagen del libro con su biografía.
Allí pueden ver al capitán Juan Ladrillero, no es un improvisado. Estudio navegación en la Academía real de España y ha tripulado naves en el Océano Atlántico y el Pacífico. Ahora es Encomendero y explora el lago, tomando medidas y buscando una posible salida hacia el mar. Los españoles sueñan con llevar a Europa lo más rápido posible la plata que extraen de Potosí.
El uso de barcos con grandes velas no es tan apropiado para el lago, debido a los fuertes y cambiantes vientos. Sólo los uros los conocen bien y pueden sortear las trompas lacustres que se producen en cualquier momento. Por eso, varios de estos bergantines terminarán hundiéndose.
Juan Ladrillero no encontrará ninguna salida al mar, pero en unos años será famoso, pues atravesará de ida y vuelta el Estrecho de Magallanes, demostrando que es posible hacerlo en ambos sentidos, abriendo la posibilidad de una nueva ruta de regreso a Europa.
Dejemos a don Juan navegando su bergantín, aprovechemos para disfrutar estas vistas del lago antes que numerosas naves grandes y pequeñas de los españoles empiecen a surcarlo.
Nos vemos el próximo miércoles para conocer más sobre la historia de la navegación en el lago Titicaca. Hasta pronto.

martes, 16 de octubre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (IV) LOS INCAS EN EL TITICACA.


Bievenidos a este nuevo viaje del Yapura a la historia de la navegación en el Titicaca. Nos aseguramos los salvavidas y nos preparamos para ir al período de los incas en el Lago Titicaca. De paso conoceremos el origen del nombre del lago.

Por el año 1,100 de nuestra era, Tiahuanco colapsó por una gran sequía y la llegada de otros pueblos al altiplano. Son años de guerras y hambruna, durante los cuales un grupo de descendientes de los Tiahuanaco se refugiaron en las islas del lago, para no ser capturados y convertidos en esclavos como los uros.
En este viaje iremos a ese momento en que este grupo, cansado del asedio y persecución, abandona el lago para buscar lejos un lugar donde vivir. Listos. Bien ya estamos en algún lugar de la costa oeste del Titicaca. Pueden ver ese gran número de balsas de totora, algunas tan grandes como las de los Tiahuanaco. ¿De donde creen que vienen?. Sí, de la Isla del Sol y también de otras islas.
Salida de Manco Capac y Mama Ocllo. Artista Paukar Peñaloza.
Es posible que los maten al llegar a la playa o los tomen presos y hagan sus esclavos como con los Uros. Felizmente, no hay gente hostil esperandolos, sino sólo personas aterrorizados por las guerra entre los pueblos que luego formarán los reinos aymaras (1,100 d.C - 1350 d.C).
Felizmente los están recibiendo bien. Un hombre y una mujer, Maco Capa y Mama Ocllo, están diciendo que son hijos del sol. Sus trajes, algo improvisados, están adornados con las pocas joyas de oro y plata que han logrado conservar y con plumas de colores que se han coloado tratando de impresionar a la gente. Pueden hacerse entender porque todavía el aymara no han desplazado al puquina en el altiplano. Se han salvado, los reciben pacíficamente, pero no podrán quedarse por mucho tiempo, guerreros de otros pueblos pronto llegaran. Tendrán que caminar hacia al norte, antes compartirán con los lugareños sus conocimientos sobre cómo cultivar y cuidar a sus familias.
Se irán hacia el Cusco, de allí regresarán alrededor de 1,350 d.C. , convertidos en un gran imperio. Volverán dirigidos por Tupac Yupanqui en un momento en que Lupakas y Kollas se enfrentaban en combates navales y por tierra para adueñarse de la Isla del Sol.
Tupac Yupanqui, derrotando a los Kollas en Ayaviri y aliándose con los Lupaka en Juli, conquistarán el altiplano y llegarán a la Isla del Sol, donde esta el Taypi Kala, la "piedra que esta en el centro" de esta isla, Una roca mágica de la cual en tiempos remotos salió el Sol para acabar con una época de tinieblas. De ahí vienen el nombre de lago Titicaca, el lugar donde esta la isla con la piedra en el centro.
Templo de las virgenes Isla de la Luna
Ahora vayamos a otro momento en la historia, estamos en la época en que gobierna el Inca Huayna Capac, que ha sucedido a Tupac yupanqui, y estamos frente a la Isla del Sol. Allí pueden ver el palacio del Inca y el templo que brilla bajo los rayos del sol por sus tejados hechos con espigas de oro y las placas sobre sus paredes. En la cercana isla de la Luna los incas han instalado un Acllahuasi.
Templo de la Isla del Sol
Ven esa balsa cerca la Isla del Sol, allí va el Inca Huayna Capac. a hacer una ofrenda. No hay nuinguna otra balsa en los alrededores, pues esta prohibido acercarse por estos lugares sagrados. Podemos oir los cantos en quechua, la lengua aprendida en el Cusco, y puquina, la lengua secreta de los incas. Miren. Esta arrojando al lago cajas de piedra, en las que han puesto joyas y ofrendas al lago, en un lugar muy especial, el lugar donde hubo un islote, ahora hundido por la subida del lago, islote en el cual, de acuerdo a otra leyenda, apareció un Puma, luego del diluvio que cubrió la tierra, momento en que empezó la tierra a ser otra vez poblada por la humanidad.
En 1980 esta ofrendas de Huayna Capac serán encontradas por una expedición sub acuática y ahora esas “caxuelas de piedra bien labradas” y sus contenidos pueden verse en el museo de sitio de la Isla del Sol. Este hallazgo corroboró lo que contaban los cronistas sobre la ofrenda realizada por Huayna Capac.

Antes de irnos, acerquemos a la orilla del lago. Podemos ver la huaca que luego con los españoles será reemplazada por la Iglesia de Copacabana. Vean también el gran pueblo formado por las familias de 42 pueblos de todo el imperio incaico, que se encargan de cuidar y servir en los templos y palacio de la Isla del Sol y la Luna.
La roca sagrada en la isla del sol

Con esta vista del lago en tiempo de los incas, nos despedimos hasta el próximo viaje en que conoceremos a los primeros españoles que navegaron el lago buscando sus tesoros. Los invitamos a hacer sus aportes y comentarios y compartir esta historia. Hasta el próximo miércoles.

lunes, 15 de octubre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (III): ¿NAVEGARON LOS TIAHUANACO EN EL MAR?

Amigos y amigas, bienvenidos a bordo.

Por favor acomódense y ya saben, pónganse los salvavidas. En este viaje vamos a ir al tiempo en que los Tiahuanaco llegaron su mayor desarrollo (800 d.C a 1,100 d.C), época en la cual sus templos alcanzaron su esplendor y llegaron a gobernar en el sur del Perú y parte de Bolivia y Chile. Es también la época en que conviven con el imperio Wari que domina el centro y norte del Perú.

Llegamos. Ya estamos en Wiñaymarca, el lago menor que forma parte del Titicaca. Nos acercaremos al muelle de Iwawe, que esta a unos 20 kilometros de la ciudadela de Tiahuanaco. Pueden ver balsas de totora de 40 y más metros con grandes velas de totora o de tela, llevando productos de todo tipo, tejidos traídos desde la costa, artesanía de oro, frutas y alimentos, como papa, quinua y hasta llamas en pie. Todo para la gran ciudad donde viven entre 40 y 60 mil personas.
Estas grandes balsas, construidas con la técnica y mano de obra de los Uros, han servido también para transportar las enormes piedras con que se han construido los templos de Kalasasaya, Akapana o Puma Punku. Si bien en su mayoría las piedras han sido arrastradas desde lugares cercanos, otras de andesita gris de color azulado, han sido traídas desde canteras del Volcan Khapia y Copacabana, para tallar por ejemplo la puerta del sol.

Las naves transportan también guerreros para vigilar los pueblos que viven en las orillas del Titicaca y prevenir cualquier intento de invasión por parte de los Wari. Estos son un imperio belicista, a diferencia de los Tiahuanaco que han anexado pueblos sobre todo en base a la religión. No me consta, pero se dice que en alguna ocasión hubo una batalla naval entre ellos, que ha quedado reflejada en ceramios Wari.
URO, LA NAVE DE TOTORA
QUE VIAJO DEL PERU A LA POLINESIA.
Vamos a acercarnos un poco más al puerto para escuchar lo que habla ese grupo que está arrojando ofrendas al lago. Con este aparato vamos a escuchar mejor. ¿Alguien entiende lo que dicen?. No, no es aymara, tampoco quechua, es puquina; los Tiahuanaco hablaban puquina, la misma lengua que hablaran Manco Capac y Mama Ocllo y que será la lengua secreta de los inkas.
Me hubiera gustado ir a la costa entre Arica y Arequipa, territorio que forma parte del reino Tiahuanaco y donde se dice que también navegan sus grandes balsas. No sería imposible, en la costa también hay totora y además desde la época de los Mochica, los pueblos de la costa saben navegar en el mar.
En 1988, la nave Uru de 30 metros de eslora (largo), construida con totora del lago Titicaca por artesanos bolivianos, partió del puerto del Callao con 5 tripulantes españoles y llegó 54 días después a la Polinesia. Qué les parece ¿habrán navegado los Tiahuanaco tan lejos?.
Les invitó a dejar sus comentarios y observaciones y compartir este viaje del Yapura. El próximo miércoles haremos un nuevo viaje, esta vez para ver salir a Manco Capac y Mama Ocllo del lago Titicaca. Ah, y no se olviden de apoyar siempre las iniciativas para reducir y combatir la contaminación.

domingo, 30 de septiembre de 2018

POBLACIÓN DE PUNO EN EL CENSO DEL 2017

Imagen N° 1. De acuerdo a los resultados XIII Censo de Población del 2017 la población censada del departamento de Puno es de 1 millón 172 mil 697 personas, siendo las provincias con mayor población San Román, con el 26.21%, y Puno con el 18.72% de la población departamental.



Imagen N° 2. La mayoría de la población total del departamento de Puno son mujeres, que con un total de 594 mil 314 mujeres representan el 50.68% del total, mientras que 578 mil 383 son hombres, representando el 49.32%. En casi todas las provincias del departamento las mujeres son mayoría, salvo en Carabaya, Putina y Sandia en que son los hombres la mayoría.


Imagen N° 3. La población de Puno en el 2017 es un -8% menor a la que era en el Censo del 2007. Todas las provincias disminuyeron su población, salvo la provincia de San Román que incrementó sus habitantes en un +28%. La provincia de Puno disminuyó en un -7% su población, siendo Moho con -30% y Chucuito con un -29% las más afectadas.


Imagen N° 4. En gran parte la disminución de la población se debe a la fuerte migración de puneños a departamentos como Tacna, Moquegua y Arequipa, que en la actualidad cuentan con una importante presencia puneña. En Tacna las personas nacidas en Puno representan el 21.68% del total de su población, en Moquegua el 14.04% y en Arequipa 10.08%. Además de estos departamentos, otros, como Madre de Dios, han incrementado la recepción de migrantes puneños.


FUENTE: INEI, Base de datos REDATAM.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (II): LOS INICIOS

Hola, bienvenidos a bordo. 
Dimensión del lago prehistorico.
Acomódense por favor, pónganse los salvavidas y alístense para ir algo lejos en el tiempo, cuando empezaba la navegación en nuestro hermoso lago. Pero antes quería decirles que el Titicaca con todo lo grande que es actualmente, es apenas lo que queda de lagos muchísimo más grandes, como su antecesor inmediato el lago Tauca que comprendía hasta más allá del lago Popo y el salar de Uyuni.

Hace unos 10,000 años llegaron al altiplano los primeros hombres y mujeres, para entonces el Titicaca tenía más o menos el mismo tamaño actual, aunque su nivel de agua era unos metros más alto. Generalmente se piensa que el lago ofreció condiciones favorables a los primeros habitantes, no fue así por el contrario sus aguas eran muy saladas, no servían para beber y los peces y aves eran escasos debido a la salinidad y las fluctuaciones de nivel del agua.

Por ello, la gente no se instaló en sus orillas, sino cerca de los ríos, como el Ramis, Ilave y Huancané, donde desplegaba una tenaz lucha para sobrevivír cazando auquénidos y ciervos y recolectando plantas silvestres.
Bueno ahora sí, emprendamos nuestro viaje. Nos vamos a más o menos unos 2,000 años antes del presente, ya para esta época el clima se ha estabilizado y las subidas y bajadas del nivel del lago se han hecho menos drásticas y sus aguas no son tan saladas.
Miren por favor a la orilla del lago, podemos ver grandes totorales y en tierra las chozas que han construido los pobladores que se dedican a la pesca. También podemos ver llamas y alpacas domesticadas que son traídas a comer la totora, que también aprovecha la gente para su alimentación. Pero los pueblos más grandes no están en la orilla, sino unos kilómetros tierra adentro, siempre cerca del agua dulce y de la mejor tierra para el cultivo.

Se puede ver un gran número de balsas de totora, tomó cientos de años para que los antepasados de los uros perfeccionaran este tipo de embarcación, que casi no ha cambiado hasta nuestra época. Ahora estamos pasando muy cerca de una isla construida con totora (Imagen:isla y balsas de totora), no es necesario que saluden pues ellos no nos ven. Las balsas tienen dos puntas y su típica vela de totora colgada del mástil hecho con dos palos cruzados.
Además de pescar, las balsas de totora sirven para trasladar productos como la quinua, que se doméstico aquí en el altiplano hace más de 3,000 años, junto con la cañihua, la papa, la mashua, ocas y otros cultivos, producto del trabajo de nuestros antepasados.
Estela Pucará.
Si se fijan bien también hay balsas de troncos de madera. No son tan largas como los que se usa en la costa (Imagen: balsa costeña), porque no hay árboles grandes cerca. Esa balsa que se ve más allá, está llevando a una piedra, parece raro no?. Lo que pasa es que los Pukara (400 a.C -. 350 d.C) están utilizando balsas de troncos porque son más estables, para trasladar las piedras con que hacen sus monolitos y huancas 
Ahora no se ve ninguno, pero también hay en esta época embarcaciones o más bien flotadores hechos con pellejos de auquénidos, pero sólo sirven para estar cerca de la orilla.
Antes de regresar, los invito a contemplar el hermoso paisaje del lago, con sus límpidas aguas en las que abundan el Suche, el Carachi, el Ispi y la rana gigante, y en sus orillas las parihuanas y garzas, mientras que los patos, zambullidores y otras aves surcan el cielo confiados en que por su gran número no les tocará hoy ser cazados.
Nos vemos el próximo miércoles, para visitar a los tiahuanacos y sus grandes embarcaciones de totora.

BIBLIOGRAFIA
"Arqueología de la cuenca del Titicaca, Perú". Luis Flores y Henry Tantalean editores. Instituto Frances de Estudios Andinos. Lima 2012.
"Repensar el antiguo Perú". Rafael Vega Centeno. IEP. PUCP. Lima, 2017. 


miércoles, 22 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (IX): LA NAVEGACIÓN MODERNA



Tapa del libro La flota del Titicaca, de José de la Jara Alatrista.
Bienvenidos amigos a nuestra reunión de los miércoles. Por favor pasen y tomen asiento. Con la llegada de Yavarí (1870) y yo (1872) al lago, se inició la navegación a vapor en el lago, la primera nave que se sumó fue la “Aurora del Titicaca” pequeño vapor que navegó entre 1871 y 1877, año en que se hundió cerca a la isla Amantaní. Más tarde, en 1893 llegó la "Coya", que medía 51.53 metros de largo y fue traída por la empresa Peruvian, a la cual pasamos a pertenecer también Yavarí y yo. Más tarde en 1908 la empresa sumó el "Inca" de unos 67.05 metros de largo.

El Yapura, en pleno armado en Huajje, Puno. Navegó en 1862
A inicios de los años veinte otras naves surcaban el lago empleando los nuevos motores diésel, como la lancha Italia, motonave de la familia de don Juan Passano, dueño de una prestigiosa casa comercial en Yunguyo, quien la trajo de Italia y la armó en Puno. En 1923 manos criminales la incendiaron y tras su refacción se usó sólo para transporte de carga.

En 1930 llegó el "Ollanta", de unos 80.77 metros de largo. Más grande fue todavía el "Maco Capac", que llegó en 1971 y que con sus 87.00 metros de largo es el buque de mayor tamaño que ha navegado en el lago. Podía transportar hasta vagones de tren.
Vapor El Inca.
Con la aparición de los motores diésel también se impulso el transporte terrestre y la aparición de naves más pequeñas y potentes, lo cual junto al decaimiento del comercio de minerales con Bolivia hizo que fuéramos quedando de lado los grandes buques en el lago. Pero, al menos Yavarí sigue como barco museo y yo sigo surco el lago. Lo que esperamos es que nunca dejen de navegar las hermosas balsas de totora, que admiran los turistas y que son la prueba del ingenio de nuestros antepasados.

Motonave Lancha Italia. Fuente Muro del señor Juan Passano.
Bueno, por el momento hasta aquí llegamos con nuestros viajes por el tiempo, espero que pronto podamos seguir surcando la historia del lago...y no sólo hacia al pasado, sino ¿por qué no? también hacia el futuro...Gracias por su compañía...hasta la próxima y no se olviden de cuidar el lago y visitar a Yavarí, en el muelle de Puno.

martes, 21 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (VIII): INVASIÓN Y RESISTENCIA DESDE EL LAGO

Hola bienvenidos a bordo, por favor acomódense. 
En nuestro encuentro anterior les conté como llegamos Yavarí y yo a Puno. Poco a poco fuimos conociendo el lago, descubriendo sus hermosos paisajes y conociendo a la gente nos saludaba desde las balsas y las orillas. Todo iba bien hasta que en abril de 1879 el tren trajo la noticia de que Chile había declarado la guerra al Perú y Bolivia.

Uniformes peruanos.
Libro "Uniformes de la Guerra del Pacífico".
Patricio Greve.
Entonces Puno se puso de pie y nos tocó transportar parte de los miles de voluntarios que formaron los más de 22 batallones, cada uno con más de 600 hombres, que partieron a la guerra. Esos batallones procedían de Puno, Azangaro, Huancane, Lampa, Chucuito, Carabaya, Sandia y otros lugares, además otros miles de voluntarios partieron para reemplazar a los valientes que caían en las batllas, como en el caso de los Batallones Puno y Puno 6 cuyos integrantes casi todos murieron en la batalla de Tarapaca (1879).
Cierto, muchos de los quechuas y aymaras fueron reclutados contra su voluntad, pero también una gran parte partió convencidos de que lo correcto pelear junto al “General Perú”.
Yavarí y yo también transportamos alimentos, ropa, ganado y hasta caballos que Puno enviaba para la defensa. No sólo hombres iban a la guerra, sino también miles de mujeres, mal llamadas “rabonas”, que acompañaban a sus parejas ayudando con la cocina y atendiendo a los heridos y tomando también las armas cuando era necesario. Se cuenta que luego de la batalla de Arica (1880) más de 300 de ellas fueron capturadas y luego tuvieron que regresar caminando hasta sus comunidades.
Pintura el Repase de Manuel Muñiz 1888.
Una mañana de octubre de 1883 Yavari me despertó y me contó como confidencia que la noche anterior había transportado desde Puno a Guaqui (Bolivia) nada menos al Vicepresidente Lizardo Montero quien huía de la defensa de Arequipa. Me contó también que Montero en su camarote, escribió una carta a Andrés Avelino Cáceres anunciándole que abandonaba el Perú y le decía que se encargara de la resistencia. Al escuchar esto, pensé que todo estaba ya perdido.
Dibujo, libro "Expedición Arequipa" Sergio López Rubio.

Para que ustedes puedan conocer lo que pasó luego vamos a viajar a esa época. Prepárense por favor, pónganse los salvavidas y agárrense bien. Vamos a una situación de guerra y tenemos que cuidarnos. Ya estamos aquí, en el muelle de Puno, pero es el domingo 4 de noviembre de 1883.
Miren, a pesar de que es domingo, la plaza de armas está vacía. Desde aquí podemos ver que se aproxima el tren que viene de Arequipa. Nos acercaremos más al paradero del tren. ¿Quiénes están bajando? ¿Son nuevos voluntarios puneños?. No, no, son soldados de Chile, de los batallones Lautaro y Coquimbo, traen también 50 jinetes a caballo y toda una sección de artillería. No hay resistencia, Puno es una ciudad exhausta por la guerra y casi no hay hombres en condición de pelear. En unas horas más los invasores se instalarán en el Colegio San Carlos, en el templo de San Juan y en una casona de la calle Arequipa y Pardo.
Aquí en el puerto estamos sólo nosotros, Yavari y todos los barcos nos hemos ido al puerto de Chilalaya (Puerto Prado) en Bolivia para evitar ser capturados. En los siguientes días Yavarí, valientemente se dedicará a vigilar desde el lago el despliegue de las fuerzas enemigas para informar a los patriotas que se resisten en especialmente en Lampa, Azangaro y Chucuito, mientras que montoneras atacarán a las fuerzas chilenas en Juli y Zepita, con apoyo boliviano, y grupos de guerrilla bajan a la costa de Moquegua y Tacna para hostilizar a los invasores.
Modelo de la Colo Colo: Internet.
Para neutralizar a los patriotas y controlar el lago ante una posible ofensiva desde Bolivia, el ejercito chileno enviará desde Arica nada menos que una torpedera. Así llegó por tren la torpedera Colo Colo, una pequeña nave que desplaza unas 5 toneladas y mide unos 15 metros, pero que cuenta con dos ametralladoras y 2 torpedos de pertiga. Inmediatamente la torpedera fue armada y puesta en el lago.
Ante la mayor capacidad de fuego de la torpedera, los viajes de vigilancia de Yavari tuvieron que suspenderse, quedando acoderada en el puerto de Chilalaya junto con nosotros los otros buques peruanos y bolivianos.

Tras 281 días, el 11 de agosto de 1884, el ejercito invasor se retiró de la ciudad de Puno. Luego de la guerra el Perú quedó en quiebra y con parte de su territorio cercenado. La recuperación sería lenta e injusta: en Puno la contribución de quechuas y aymaras en la defensa del Perú fue “premiada” con la expansión sin precedente de las haciendas a costa de las tierras de las comunidades.
Pronunciamiento de Huancané.
Tomado del muro de Fernando Chuquipiunta Machaca.

Gracias, por acompañarme en este viaje y los espero el próximo miércoles para presentarles al resto de la flota de buques a vapor que navegamos en el Titicaca.
Bibliografía
“Expedición Arequipa Puno y Paz de Ancón”. Sergio López Rubio. Chile, 1985.
“Puno en la guerra con Chile”. Mario Nuñez Mendiguri. Universidad Nacional del Altiplano. 2012.

lunes, 20 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (IX): NAVEGACION A VAPOR



Hola, bienvenidos, gracias por venir nuevamente a esta nuestra cita con la historia de la navegación en el lago. Esta vez les contaré como es que yo y mi hermana Yavari llegamos desde Inglaterra hasta este hermoso Lago.
Yavari moderno. Yavari org.
¿Qué nombres raros, no?. Yavarí y Yapura. No son nombres quechuas o aymaras, sino de dos ríos de la selva. Sucede que en un principio íbamos a ir allí, pero el Presidente don Ramón Castilla pensó que también era importante reforzar esta frontera. Por ello en 1861 solicitó al astillero James Watt Foundry de Birmingham, Inglaterra, la construcción de dos buques a vapor gemelos para el Titicaca, cada uno de unas 140 toneladas..
Yapura. Fuente: Archivo digital del Museo de Arte de Lima.
¿Alguien sabe cómo llegamos hasta Puno?. Si, así es. Vinimos divididos en casi 2,000 partes que fueron transportadas a lomo de mula y cada animal no podía transportar más de 170 kilos cada uno. Primero llegamos a Arica en 1862 y de ahí en tren a Tacna y luego subimos los andes, el viaje no debía demorar sino seis meses, pero terminó demorando más de 6 años, pues se interpusieron además del trayecto difícil y los incumplimientos de los transportistas, nada menos que la guerra de Perú con España (1862-1863), el terremoto de Arica (1868) y la revolución de 1867 contra el Presidente Ignacio Prado que había restablecido el tributo indígena.
En 1866, ante el gran retraso de nuestra llegada a Puno, el Prefecto de Juli y otras autoridades decidieron reclutar 1,000 personas para ir a buscar la carga que se había quedado en el camino. De esta manera casi en hombros de los propios puneños pudimos llegar hasta Puno, hasta Guaje, donde se había instalado el astillero para armarnos.

Foto del libro “Vapor Yavari” de Meriel Larken.
Casi todo estuvo a punto de perderse cuando por la revolución contra Prado se cerró la base naval en el Titicaca. Ante la demanda de los puneños el proyecto continuó y así en 1868 se inició el armado de Yavarí y finalmente el 25 de diciembre a las tres de la tarde de 1870 ella fue puesta en el agua ante la algarabía de la población y las principales autoridades de la región. Originalmente Yavarí era una cañonera, pero sus cañones se quedaron en la costa por la guerra con España, de modo que desde el principio ambos barcos nos dedicamos al transporte de personas y cargas en el lago.
El 18 de marzo de 1872 me tocó a mí entrar al lago, donde he pasado toda mi vida. ¿Si soy inglés o soy peruano?. La verdad es que nací en Inglaterra pero me siento sobre todo puneño, mi estructura y parte de mi maquinaria es de Inglaterra, pero mis ojos se abrieron aquí en este lago de tantas historias y leyendas.
Sería ingrato no mencionar a los ingenieros ingleses que nos armaron aquí en el lago, vinieron sólo para ese trabajo pero se quedaron muchos años debido al retraso del proyecto, varios lamentablemente murieron en las agua del lago cuando todavía no habían empezado a reconstruirnos. A ellos y a los puneños que trabajaron en nuestro armado, a los que nos subieron por los andes, y a los oficiales y marinos peruanos les estoy muy agradecido.
Foto de la Colección Stübel. Instituto Leibniz de Geografía Regional

Sobre todo porque supieron superar muchas dificultades, incluso cuando al principio encontramos que no había carbón para alimentar nuestras calderas y tuvimos que usar el estiércol del ganado, una alternativa que resultó buena y funcionó hasta las primeras décadas del siglo XX.
Recuerdo con nostalgia cuando salía de viaje con mi hermana. Yavarí navegaba hacia el lado de Vilque Chico, Moho, Conima, Carabuco, Huata, Achacachi, Isla del Sol, Copacabana, Ccarapata, Yunguyo, Pomata y Juli, en total unos 530 kilómetros. Y yo por mi parte hacía el viaje en el sentido contrario.
Muchas anécdotas nos ocurrieron, incluso en una ocasión en 1876 partidarios de Nicolás de Piérola y contrarios al entonces presidente Manuel Prado, nos secuestraron por varios días. Ha pasado mucho tiempo desde que en 1862 nos construyeron en Inglaterra, tenemos casi 160 años, somos los buques a vapor más antiguos que todavía navegan en el mundo, y esto gracias a que las aguas del lago no son saladas y el buen mantenimiento que nos han dado.
Ahora yo pertenezco a la Marina del Perú, ¡que honor!, soy el Buque Armada Peruana “Puno” y durante muchos años hice servicio de barco para llevar servicios de salud a los pueblos. Mi hermana Yavarí es un buque museo anclado en el puerto de Puno, gracias al proyecto Yavarí que promovió Meriel Larken. Yavarí es un poco más grande, porque en 1895 le aumentaron unos 15 metros más. Vayan a visitarla y conocer más de nosotros, los buques que formamos parte de la flota a vapor del Titicaca.
Yapura moderno. Internet.

Hasta el próximo miércoles.
BIBLIOGRAFIA
“Vapor Yavari. Navigation on Lake Titicaca”. Meriel Larken. Lima 2007.
”La Flota del Titicaca”. José de la Jara Alatrista. Puno 2012.

domingo, 19 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (VII): REBELION EN LAS ISLAS Y LA INDEPENDENCIA EN PUNO


Hola amigos y amigas, gracias por acudir a nuestra cita de los miércoles para viajar en el tiempo hacia momentos importantes en la historia en la navegación en el lago. Esta vez vamos a ir a la época de la independencia. Les agradeceré que se pongan sus salvavidas y se acomoden.
Como sabemos el 28 de julio de 1821 se juró la independencia en Lima, pero los españoles siguieron controlando el interior del país, de modo que sólo en los años siguientes los pueblos del interior juraron la independencia del Perú. Así ocurrió en Puno, donde los realistas se habían hecho fuertes, de modo que recién en diciembre de 1824, luego de la batalla de Ayacucho, se procedió en la ciudad del lago a la juramentación. En ese momento, las islas del lago Titicaca,como Amantani, Taquile y la Isla Esteves eran utilizadas como cárcel para los patriotas capturados.
Vamos entonces al 27 de diciembre de 1824. Listo, estamos frente a la Isla Esteves, allí hay unos cien presos, en este lado de la Isla vemos un pelotón de fusilamiento realista a punto de fusilar a tres españoles. Uno de ellos es Francisco Anglada quien preparaba dejar libre a los presos y pasarse a los patriotas, que una vez descubierto está a punto de ser muerto. Hasta aquí todo parece un enfrentamiento entre españoles, unos con el Rey y otros con la nueva Patria. Pero vean, están saliendo del puerto de Puno muchas balsas de totora que van a atacar la isla, son los quechuas y aymaras de los lugares cercanos a la ciudad que se han levantado frente al poder español. Por el camino que se acerca a la Isla también vemos una tropa de unas 300 personas que con algunos españoles que se han pasado a la cauda patriota, llevan unos 4 cañones.
Miren, el fusilamiento se ha suspendido. No han tenido más remedio que soltarlo y rendirse ante el levantamiento de los “indios patriotas” como los llaman y la gente de la ciudad. Los presos son liberados y ahí levantan en hombros al preso de más alta graduación, el General Rudecindo Alvarado quien está tomando una balsa y acompañado por los puneños se dirige a la ciudad. No será necesario mayor enfrentamiento, los realistas dirigidos por el Brigadier Maroto se rinden y al día siguiente Maroto abandonará Puno con dirección de Arequipa.
General argentino Rudecindo Alvarado
quien luego de ser liberado, presidió la Jura de la Independencia en Puno.

El acto de juramentación se efectuará el jueves 30 de diciembre de 1824, con la presencia del Prefecto de Puno Pedro Miguel Urbina, nombrado por el General Rudecindo Alvarado, y del primer alcalde de la República el médico José Manuel Morales. La población de la ciudad y de los pueblos cercanos participará masivamente en ese acto y se declararán tres días de feriado. En los días siguientes otras ciudades de Puno, como Azángaro y Lampa, realizarán sus propios actos de juramentación. Con lo que hemos visto en este viaje se termina con la idea de la Independencia en Puno no tuvo la participación del pueblo.
Monumentos en la Isla Esteves: A la izquierda, a Jhon Ortton investigador norteamericano fallecido en el lago. A la izquierda a los patriotas muertos en las carceles en las islas. Se consruyó en 1863. (Del libro Washington Cano, Estudio Geografico, Historico y Sociológico del Lago).


Ejemplo de goleta (La foto no es en el lago).
Bueno, hemos terminado este corto viaje, mientras retornamos al presente, les cuento que luego de la independencia se incentivó la navegación comercial en el lago. En el lado de Bolivia, en 1832 el Prefecto paceño Francisco Pinedo ordenó construir una pequeña goleta de bordas poco elevadas y provista con dos mástiles. Por el año 1870 parte del puerto de Puno la goleta de casco de fierro Independencia que desplazaba unas 200 toneladas, lamentablemente naufragó.
Mejor suerte tuvo la goleta de fierro Aurora que navegó entre 1860 y 1877. Las goletas tenían dos o más mástiles y se diferenciaban de los Bergantines sobre todo en la disposición de las velas, además generalmente tenían casco de fierro. Fueron las últimas naves a vela, luego vendría en el mundo la navegación a vapor, que en el caso del Titicaca se inició con los dos primeros buques que llegamos al Titicaca, yo Yapura y mi hermano, el artillero Yavarí.
Esta historia se las contaré en el próximo viaje. Hasta el miércoles.


Bibliografía:
[1] Juan Santos Vargas. "Diario de un Comandante de la Independencia Americana 1814-1825". Siglo XXI Editores. Mexico 1982.
[2] René Calcin Anco. En Puno Mágico:
[3] Alfonso Torres Luna. "Puno Histórico" Talleres Gráficos "Colegio Unión". Lima, 1968.

lunes, 13 de agosto de 2018

NAVENGANDO EN EL TIEMPO (I)


Hola, me llamo YAPURA y soy uno de los primeros buques que navegó en las legendarias aguas del lago Titicaca. Aún cuando físicamente todavía navego y me conocen como el BAP Puno, puedo también transportarme en el tiempo como un barco fantasma que los llevará a presenciar la historia de la navegación en el Titicaca. Estaré en este puerto todos los miércoles.

Antes les contaré un poco de mi propia historia. Mi nacimiento duró muchos años: en 1861 el Presidente Ramón Castilla ordenó que se adquirieran en Inglaterra dos buques para el lago Titicaca: El Yavarí y yo el Yapura, nombres que corresponden a dos ríos de la selva peruana. En 1862 yo y mi hermano el Yavari llegamos al entonces puerto peruano de Arica, divididos en unas 2,762 partes. Fuimos trasladados por tren a Tacna y de allí a Puno a lomo de mula, demorándonos 7 años en terminar de llegar debido al terremoto en Arica, las revueltas civiles y hasta la guerra con España. Finalmente en enero de 1869 empezó nuestro amado en Guaje, estando listo primero mi hermano mayor el Yavari, un cañonero un poco más grande que yo y que fue "botado" al lago en 1870. Yo empecé a navegar en marzo de 1872 y fuí destinado al transporte de carga y personas entre Perú y Bolivia.


Aqui mis características: Eslora: 38.16 m. Manga: 6.10 m. Puntal: 3.96 m. Motor de 60 HP a vapor, empleando excremento de llama para la combustión, ya que era imposible conseguir carbón en el Altiplano. Además tenía dos velas auxiliares.
Nuestra primera playa: la navegación en la época preincaica.
Acuáticamente suyo,
EL YAPURA